Por: Yumar Londoño

La reciente agresión verbal y el intento de agresión física hacia Antonella, hija del presidente de Colombia Gustavo Petro, en el estadio Metropolitano de Barranquilla es simplemente inaceptable. ¿Es lindo ver a una niña de 15 años llorar por la hostilidad de adultos irresponsables? La ironía es que aquellos que abogan por la igualdad y defienden a la Selección Colombia Femenina son los mismos que intentaron agredir a Antonela por ser la hija del presidente.

Es fundamental reconocer que Antonella no tiene la culpa de los problemas arrastrados durante años en Colombia. Ella es una menor, una niña inocente que no merece este trato. ¿Te gustaría que le hicieran lo mismo a alguien cercano? ¿Cómo podemos justificar el intento de agresión y los insultos hacia una joven indefensa?

Si como padre estuviste presente y participaste en estas acciones, es tiempo de una seria reflexión. Esto va más allá de un episodio aislado; es un reflejo de la responsabilidad colectiva que debemos asumir. Este incidente podría haberse vuelto aún más peligroso. ¿Qué sigue después de los insultos y la agresión inicial? Este acto muestra que la culpa no es de la política o los políticos, sino de nosotros, los colombianos, quienes creen que la violencia y los insultos resolverán los problemas.

En el estadio estaban personajes políticos -Los cuales son adultos- como Karen Abudinen, que dejó que se robaran 70.000 millones del Ministerio TIC; también asistió Alejandro Char, un presunto comprador de votos; adicional a esto estuvo Federico Gutiérrez al cual le metieron preso a su secretario de seguridad por tener nexos con la Oficina de Envigado. ¿Por qué atacar a una niña indefensa y no demandar responsabilidades a los políticos corruptos? Es hora de tomar una postura diferente, exigir responsabilidad a quienes la tienen: los políticos, no sus hijos.

Por otro lado, los medios de comunicación le hacen el juego a la ultraderecha; diferentes medios informaron que todo el estadio gritó «Fuera Petro», sin embargo, de acuerdo al material audiovisual que se conoce sólo fue una parte de la tribuna Occidental Baja. Otro medio tradicional antioqueño informó que ‘Sacaron abucheado al Presidente del Metropolitano’, pero Gustavo Petro se encontraba en Estados Unidos en una cumbre internacional. Queda en evidencia una vez más la forma en la que se está persiguiendo al Gobierno de Gustavo Petro; con noticias falsas, tendenciosas y con la intención de generar odio en la sociedad.

La solución tampoco reside exclusivamente en los políticos, sino en nuestra actitud ante los hechos de desigualdad y corrupción que pasan en el pais. Debemos detener los insultos y la violencia, tanto en redes como en la vida real; jamás se debe atacar a la persona o a su familia, debatir con argumentos es el mejor arma para crear conciencia política en esta sociedad tan violenta. La verdadera solución no es intentar agredir a la gente, sino adoptar una postura de respeto y civilidad.

La violencia no se limita a los actos en zonas donde lastimosamente el conflicto está intrínseco debido a los grupos armados; esta también se manifiesta en nuestras actitudes cotidianas. Protestar es válido, pero nunca justificando la agresión. Es hora de que los adultos asumamos la responsabilidad y protejamos a los niños de la carga de los problemas del país. Los niños no son responsables; nosotros, como adultos, lo somos.